Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas la naturaleza está más viva que nunca, brotes nuevos, frutales en flor, cuajado de los primeros frutos… Pero también es el momento en el que se dan las condiciones ideales para que aparezcan las plagas más habituales de la temporada en nuestro jardín.
PLAGAS TÍPICAS DEL VERANO Y SU EXTERMINIO
Uno de los mayores problemas que tienen las plagas de verano es su gran capacidad reproductora, que hace que en poco tiempo puedan conquistar todo nuestro huerto y colonizar nuestras plantas. Además por su voracidad pueden llegar a estropear el trabajo de toda la primavera. Para evitar esto en Agralia del Principado compartimos contigo un TOP 5 de plagas para ayudarte a identificar y combatir a los enemigos de tus cultivos.
Pulgón
Probablemente el ataque de los pulgones es la plaga más típica del verano. Estos insectos son auténticos depredadores y se alimentan de la savia en prácticamente todo tipo de cultivos. Su presencia es fácil de detectar porque debilita a la planta que comienza a perder intensidad de color, y además deforma la vegetación haciendo que las hojas donde se instala la plaga se enrosquen.
Si la plaga está en desarrollo, una manera fácil y cómoda de erradicarla es utilizar un spray natural en formato pistola para pulverizar directamente sobre las hojas afectadas.
Si el número de individuos es muy grande y la plaga está extendida podemos ayudarnos de fauna auxiliar beneficiosa para el jardín como la mariquita adalia y sus larvas, que se alimentan de pulgones de forma natural.
Cochinilla
Aunque no es tan agresiva como el pulgón, la cochinilla es una plaga muy difícil de erradicar que se desarrolla en climas secos y calurosos, pero que también es capaz de adaptarse al frío del otoño y el invierno si no aumentan los niveles de humedad y el clima se mantiene seco.
Se alimentan de la savia debilitando a la planta, y su presencia causa daños en brotes nuevos y frutos.
Un insecticida específico es una opción muy efectiva para controlar esta plaga, aunque también puedes optar por invitar a tu jardín a su depredador natural para hacer un control biológico 100% natural.
Taladro del geranio
El geranio es el rey de los balcones y algo muy típico del verano es ver una pequeña mariposa revoloteando alrededor de las flores. Aunque puede parecer inofensiva, pone sus huevos en las plantas y cuando las larvas eclosionan devoran los tallos del geranio.
Una aplicación de un insecticida específico cuando comienza la floración es la mejor forma de prevenir el ataque, aunque también se puede utilizar cuando aparecen los primeros efectos de la plaga como tallos cortados o flores caídas.
Babosas y caracoles
Es una plaga silenciosa que suele atacar por la noche y que prolifera con el calor y la humedad.
Babosas y caracoles se alimentan de las hojas de las plantas y de los brotes recién nacidos con gran voracidad, además a su paso dejan un rastro de baba que también puede causar problemas en nuestros cultivos. Este líquido viscoso les permite reducir el rozamiento con la superficie para arrastrarse con más facilidad, y les protege de hongos y bacterias a la vez que mantiene la hidratación de su cuerpo.
La solución más efectiva para combatir esta plaga es aplicar un cebo alrededor de los cultivos a modo de barrera que envenene a la plaga, aunque también puedes optar por introducir a tu suelo nematodos que se alimentan de las crías y adultos de babosas y caracoles de manera natural.
Hormigas
Es poco habitual que las hormigas provoquen daños en las plantas, sin embargo su presencia puede alertarnos de otra plaga, ya que ellas facilitan la proliferación del pulgón porque lo protegen y lo transportan, para poder alimentarse de las secreciones que expulsan al alimentarse de la savia de las plantas.
Si detectas su presencia cerca de tus cultivos puedes aplicar un polvo de espolvoreo o un spray natural directamente sobre las zonas de paso de las hormigas.
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