Las rosas son, sin lugar a duda, las reinas del jardín. Es una de las flores más elegantes por su color y aroma, y para conseguir una floración abundante, la poda será una operación clave en el cuidado y mantenimiento de los rosales.
Si estás buscando cómo podar los rosales en tu jardín, prepara los guantes y las tijeras porque has llegado al lugar apropiado.
HERRAMIENTA DE PODA PARA ROSALES
Lo primero que necesitas para realizar la poda de los arbustos es elegir la herramienta adecuada, y para hacerlo puedes contactar con los técnicos de nuestra tienda de Viella o leer el artículo que compartimos en este blog sobre los Tipos de tijeras para podar.
Una vez que tengas a mano la herramienta adecuada, llegó la hora de descubrir cómo poder los rosales. Debes saber que a podar se aprende cortando, así que, de manera general, lo primero que se corta, y se puede hacer en cualquier momento del año son las flores secas, marchitas o dañadas. Estos cortes de limpieza estimulan la producción de nuevas flores y evitan que el arbusto de rosal consuma recursos para formar frutos y nuevas semillas.
A la hora de realizar la poda se debe tener en cuenta el tipo de rosal que se va a cortar: los que forman matorrales, los de porte arbustivo y los rosales trepadores.
Al final del invierno, una vez que pasen los riesgos de heladas y las yemas comienzan a hincharse, si el tiempo es cálido y no hay previsión de lluvias, será el momento de realizar la poda de los rosales.
Los cortes se deben realizar en función del vigor de crecimiento que se busque y del tipo de rosal, teniendo en cuenta que cuando se realizan cortes en invierno se está induciendo la brotación en primavera.
ROSALES DE PORTE BAJO
En los rosales de porte bajo, la poda será rigurosa, dejando como máximo 3 yemas por rama. En este tipo de arbustos es recomendable realizar una poda leve al principio del invierno en la que se elimina entre un tercio y la mitad de su vegetación.
ROSALES DE TALLO ALTO
Cuando se realiza la poda de rosales de tallo alto se debe dejar solamente ramas de entre uno y tres años, en cambio en los rosales de porte arbustivo se rebajan un tercio todas las ramas.
ROSALES TIPO TREPADOR
Si el rosal de nuestro jardín es de tipo trepador se deben mantener las guías que cubrirán la celosía o la estructura por la que trepa la planta, podando solamente las partes secundarias a tres yemas desde su inserción en la guía principal.
ROSALES TIPO RASTRERO
Los rosales de tipo rastrero son lo que menos cuidados requieren en cuanto a poda. Se debe limpiar la madera muerta, seca o enferma y cortar los brotes débiles y los que se dirijan hacia el interior de la planta, para que se desarrolle con vigor. Para terminar, es recomendable despuntar las ramas del año anterior para que mejore el vigor de la planta.
Tras la poda, desde Agralia del Principado te recomendamos abonar superficialmente alrededor del rosal, tapándolo ligeramente con tierra para asegurar las reservas de energía de la planta y proteger los arbustos con un fungicida natural que estimule las defensas de la planta.
En este período pueden aparecer algunas de las enfermedades más comunes en los rosales como por ejemplo el oídio que recomendamos tratar con un fungicida como Carbodry o la roya, que se puede combatir aplicando el fungicida Artic.
Llegada la primavera, el mejor aliado que puedes tener para prevenir el ataque de pulgones en los brotes nuevos es un extracto natural de ortiga.
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