Cómo evitar plagas y enfermedades típicas de las fresas

La mayoría de los problemas que nos podemos encontrar en el cultivo de las fresas son de origen fúngico, es decir, están causados por hongos aunque ocasionalmente también pueden aparecer plagas que afectan a hojas, flores y frutos. 

La fresa es uno de los frutos rojos más populares y como en Agralia del Principado nos encanta su dulce sabor, queremos ayudarte a identificar los problemas típicos del cultivo y las mejores soluciones para su control. 

Oídio 

Este problema afecta principalmente a las hojas, y se focaliza especialmente en las más jóvenes. 

Es muy fácil de reconocer porque si te fijas en las plantas de cerca se puede observar una especie de polvo blanco con textura aterciopelada. Este polvo lo forman las esporas del hongo durante su desarrollo y se pueden encontrar tanto en el envés como en el haz de las hojas. 

Aparece en primavera y durante la época de calor, hasta final del verano se extiende la infección, que dependiendo de las temperaturas de la zona puede mantenerse hasta el final del otoño, afectando a todo el ciclo del cultivo. 

Desde nuestra tienda de Viella recomendamos la aplicación de un fungicida específico de origen natural que tiene acción preventiva y curativa, ya que si no se actúa a tiempo debilita la planta causando daños en hojas y provocando que los frutos no se desarrollen correctamente. 

Podredumbre Gris o Botrytis 

Probablemente sea a día de hoy la enfermedad más frecuente en toda España y en la mayoría de países con cultivos de fresa. 

La infección y expansión del hongo pueden producirse tanto en el terreno de cultivo como postcosecha en la zona donde se almacenan y el daño más importante suele afectar principalmente a los frutos, aunque también se pueden encontrar en otras partes como las hojas, o tallos. 

Se caracteriza por cubrir la zona afectada con un polvo grisáceo y la planta pierde intensidad de color, tornando a un verde pálido blanquecino.    

Cuando la enfermedad se desarrolla aparecen manchas marrones y el daño es irreversible en hojas y frutos. 

Mancha Púrpura 

El hongo Mycosphaerella fragarie es el responsable de la mancha púrpura o viruela en los cultivos de fresa. Con el exceso de humedad y el aumento de temperaturas pueden aparecer pequeñas manchas circulares, de pocos milímetros de diámetro y de color rojo oscuro en las hojas.  Estas manchas, con el tiempo se vuelven blanquecinas o de color pardo que se vuelve púrpura con el frío, y provocan necrosis en las hojas, tallos y estolones. 

Antracnosis 

Temperaturas elevadas (superiores a los 20 ºC) y aumento de humedad provocan que las hojas comiencen a marchitarse y los tallospresenten manchas redondeadas de color oscuro. El fruto, puede además presentar una fina cobertura de esporas con tonos anaranjados. 

Hongos del suelo 

Phytophthora, Rhizopus, Pythium, Alternaria o Penicillium son hongos que pueden afectar al cultivo de las fresas provocando la pudrición de la raíz desde abajo, desde el suelo. Si la enfermedad se extiende puede terminar provocando la muerte de la planta. 

El control de hongos debe basarse en la observación y aplicar el producto adecuado a la mayor brevedad posible. En nuestra tienda online tenemos disponible un amplio catálogo de fungicidas para todo tipo de cultivos, incluidos los que trabajan exclusivamente en agricultura ecológica. 

Araña roja 

Con ambiente seco y exceso de temperatura aparecen pequeños puntos de color amarillo en el haz de las hojas y a lo largo de los nervios principales. Cuando el daño se desarrolla en la superficie afectada se aprecia un polvo de color amarronado, y la planta termina por perder las hojas. 

Si se observa bien en las primeras fases se pueden encontrar finas telarañas bajo las hojas afectadas. 

Trips 

Cuando ésta plaga afecta al cultivo aparecen manchas marrones en los frutos que poco a poco cubren las fresas por completo hasta que se ablandan y caen. En las flores se pueden apreciar daños en la base que termina desarrollando una necrosis de los estambres marchitando la flor antes de su desarrollo, o provocando deformidades en el fruto. 

La solución a todos estos problemas pasa por unas buenas prácticas agrícolas durante el cultivo: 

Utilizar plantas sanas de viveros certificados, eliminar hierbas adventicias y mantener el suelo de cultivo sano respetando la distancia entre plantas (marco de plantación) son los primeros pasos a seguir. Tanto antes como durante las labores de poda y cosecha se debe garantizar la limpieza de las tijeras y utensilios en contacto con las plantas para evitar extender esporas de otras zonas afectadas, y para fortalecer las defensas de las plantas es importante evitar abonos con alto contenido en nitrógeno y aplicar periódicamente un purín o extracto de ortiga que además de actuar como insecticida aporta nutrientes esenciales a las plantas. 

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