La rosa es considerada por su belleza y aroma la reina de las flores, y las variedades en color rojo son las más regaladas por San Valentín. No pasan de moda, y son el regalo más habitual entre los enamorados.
Los diferentes colores simbolizan sentimientos que van desde el afecto hasta el amor más puro y en este artículo queremos darte a conocer una variedad de rosa muy especial, para que este 14 de febrero tu regalo sea más original: El rosal mini o rosal de pitiminí.
Se trata de una planta que produce una floración constante de rosas en miniatura y como es capaz de adaptarse y vivir en una pequeña maceta es el regalo ideal para esas personas que adoran las flores pero no tienen mucho sitio para plantar, o simplemente prefieren las plantas vivas a las flores cortadas.
El rosal mini o rosal enano suele ser utilizado por su tamaño compacto como planta de interior, aunque también puede ser cultivado en el exterior, aunque los cuidados serán diferentes según su ubicación.
Si cultivas en maceta, lo primero que debes hacer es elegir bien el sitio donde va a desarrollarse. Busca el lugar más luminoso de la casa, generalmente suele estar en la terraza o cerca de alguna ventana, esto es importante porque aunque puedas tener este arbusto en interior, en realidad es una planta de exterior. La falta de luz hace que las flores tengan colores más pálidos, y la floración será escasa, por lo que si quieres disfrutar de las mini rosas en todo su esplendor, el primer paso es asegurar que reciba la mayor cantidad de rayos del sol al día.
Si te gustan las rosas y tienes algún rosal tradicional sabrás que el riego en exceso o el agua encharcada produce daños en las raíces, por lo que en la versión mini se deben seguir unas pautas de riego similares.
El sustrato de la maceta o la jardinera debe tener un buen drenaje por lo que es aconsejable añadir a la mezcla de tierra perlita y vermiculita, una mezcla que va muy bien y que además puedes aprovechar para otros cultivos es un 25% de perlita, un 25 % de vermiculita y el resto de sustrato universal.
El riego debe ser moderado y se debe evitar que el agua quede parada tanto en la superficie de la maceta como en la base en el caso de que la maceta tenga plato.
Riega de dos a tres veces a la semana añadiendo agua al sustrato sin mojar las flores ni las hojas, y comprueba que la tierra mantiene la humedad pero no está demasiado mojada metiendo los dedos en el sustrato de la maceta.
Si la planta está en el lugar adecuado, la clave para que la floración sea continua es utilizar un fertilizante rico en fósforo y potasio, debes saber que de los macronutrientes principales NPK, el nitrógeno produce un crecimiento rápido de los tallos y las hojas, el fósforo se encarga de la formación de raíces y las flores, y el potasio ayuda a mejorar el movimiento del agua y los nutrientes a todas las partes de la planta.
Desde Agralia del Principado te recomendamos un abono específico para rosas y arbustos de flor y si tu estilo de cultivo es más natural, puedes probar el guano de escarabajo tenebrio.
Si sigues nuestros consejos tu rosal crecerá con el paso del tiempo, y entonces puedes hacer dos cosas: trasplantar a un tiesto mayor o un jardín exterior, o recortarlo para que siga su vida en la maceta.
La poda de los rosales en miniatura consiste en ir eliminando las flores secas, y cuando la vegetación es demasiado grande para el recipiente que lo contiene, se hace una una poda de rejuvenecimiento que consiste en hacer a finales del invierno un corte drástico de todas las ramas, cortando a unos 10 cm por encima del sustrato, con el objetivo de inducir la brotación de nuevas ramas a la siguiente primavera.
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