Poda de Rosales: Reglas básicas y específicas para un Jardín Saludable

La poda de rosales es esencial para mantener estas hermosas plantas en óptimas condiciones, favoreciendo su crecimiento, floración y salud general. Dada la variedad de grupos de rosales, es importante conocer tanto las normas generales como las específicas para cada tipo.

Durante el primer año tras plantar el rosal, es recomendable no realizar podas intensas, permitiendo que la planta se establezca y desarrolle su estructura básica. En general, la poda debe centrarse en eliminar:

• Madera seca y partes enfermas.
• Tallos delgados o inmaduros.
• Ramas que se cruzan o crecen en paralelo, dejando solo una de ellas.
• Aquellas que enmarañen la copa, evitando que la planta pierda su forma y vigor.

Con una poda bien ejecutada, tus rosales estarán listos para florecer de manera espectacular.

¿Cómo deben podarse los rosales?

La poda de los rosales es fundamental para mantener la planta sana y estimular una floración abundante. Dependiendo del tipo de rosal, la poda debe adaptarse a sus necesidades específicas.

• Rosales de porte bajo (como los híbridos de té o las flores dobles): Se recomienda hacer una poda leve al inicio del invierno y una poda más vigorosa en marzo. Deja 3 o 4 yemas por rama, cortando en ángulo de 6-8 mm por encima de una yema orientada hacia afuera.
• Rosales de copa o tallo alto (injertados): Retira las ramas de más de dos años para aligerar la copa y realizar una poda ocasional de los brotes laterales para mantener la forma.
• Rosales arbustivos (con flores en ramilletes): Elimina ramas viejas, secas o enfermas y reduce un tercio del resto. En verano, es importante retirar las flores marchitas para fomentar una mayor floración.
• Rosales rastreros: Requieren menos mantenimiento. Solo debes eliminar la madera muerta y los brotes débiles o finos.

Recuerda que la regla general para todos los rosales es cortar por encima de una yema sana, orientada hacia el exterior, y retirar las ramas que se crucen o rocen entre sí.

¿Cuándo deben podarse los rosales?

Existen dos momentos clave a lo largo del año para podar los rosales:

• Final del invierno (marzo): Este es el momento ideal para la poda clásica, ya que prepara al rosal para la temporada de crecimiento. Sin embargo, es importante esperar hasta que haya pasado el riesgo de heladas para evitar dañar los nuevos brotes.
• Final del verano: Aunque esta poda es menos conocida, es igualmente esencial para preparar el rosal para el invierno. Se centra en cortar las flores marchitas, eliminar la madera muerta y retirar los chupones de la base. Además, un buen abonado ayudará a fortalecer la planta frente al frío.

¿Cuándo se podan los rosales en Asturias?

En Asturias, la poda de los rosales suele realizarse a finales de marzo, una vez que han pasado los riesgos de heladas, ya que el clima es más templado y propenso a las bajas temperaturas a principios del año. En cuanto a la poda de verano, esta se realiza generalmente a finales de julio o principios de agosto para preparar las plantas para el invierno.

Podas 1. y 2. Incorrecto, 3. Correcto

Otras reglas para un buena poda, son:

Utiliza tijeras de una sola mano, tipo bypass para cortar flores, ramas finas o jóvenes y tijeras de dos manos con mango tipo yunque para cortar ramas mas gruesas o chupones.

Los cortes siempre por donde la madera este sana.

En cortes o desgarros gruesos, aplicar pasta cicatrizante para evitar la entrada de hongos.

Usar guantes, los rosales tienen espinas. Desinfecta las tijeras de poda y recoge los restos de corte.

Otras reglas para una buena poda de rosales

Para garantizar una poda efectiva y mantener tus rosales en perfecto estado, sigue estas reglas básicas:

• Usa las herramientas adecuadas:
  • Opta por tijeras de una sola mano tipo bypass para cortes limpios en flores, ramas finas o jóvenes.
  • Para ramas más gruesas o chupones, utiliza tijeras de dos manos con mango tipo yunque, que ofrecen mayor potencia de corte.
• Realiza cortes saludables:
  • Asegúrate de cortar siempre por donde la madera esté sana, evitando partes secas o enfermas.
  • En caso de cortes o desgarros grandes, aplica una capa de pasta cicatrizante para prevenir la entrada de hongos y proteger la planta.
• Protección y limpieza:
  • Usa guantes resistentes para protegerte de las espinas de los rosales.
  • Desinfecta tus tijeras de poda antes de comenzar y después de cada uso para evitar la propagación de enfermedades.
  • Recoge y desecha los restos de poda para mantener el área limpia y prevenir plagas o infecciones.

Estas prácticas no solo favorecen la salud de tus rosales, sino que también garantizan su crecimiento vigoroso y una floración espectacular.